Así fue la visita al Museo Etnológico de Navarra, Julio Caro Baroja

El museo etnológico Julio Caro Baroja, no es un museo al uso. Es más bien un almacén de múltiples objetos que se han ido recuperando de todas las partes de Navarra y que de normal no se puede visitar. Disponen de una biblioteca que, esta sí, está abierta al público todos los viernes por la mañana.

Cerca de 3000m2 distribuídos entre oficinas, biblioteca, almacenes de cosas pequeñas, medianas y XXL que tuvimos la oportunidad de visitar en exclusiva en el marco de la 'Semana de la Piel' de la mano de Susana Irigaray, Directora de Servicios de Museos del Gobierno de Navarra.

En su interior alberga elementos histórico-patrimoniales de toda Navarra; desde un cine entero de la población de Salvatierra, pasando por ‘la carroza del virrey’, hasta colecciones de cerámica y demás elementos de artesanía.

La creación este museo es un proyecto que viene de lejos, concretamente de la década de los años 60 del siglo pasado. Fue entonces cuando la Diputación Foral empezó el acopio de objetos de interés etnográfico, gracias al impulso director de Julio Caro Baroja. En las siguientes décadas se iría haciendo con otras piezas singulares, como la carpintería de tracción animal de Azuelo así como otros talleres artesanales gracias al impulso de otros célebres colaboradores.

En un principio, se planteó su ubicación en el Museo Etnológico en el palacio del Príncipe de Viana, en Sangüesa. En 1994 se creó y nombró oficialmente al museo y se ubicó en el monasterio de Santa María la Real de Iratxe. Sin embargo, y mientras se desarrolla el proyecto de ubicación definitivo, desde el año 2007 el Museo se encuentras en un almacén de Estella-Lizarra. Lo cierto es que buscarle un lugar adecuado no es tarea fácil dada las dimensiones de algunas de sus piezas y las condiciones atmosféricas que su mantenimiento requieren.

Tal y como detallan en la página web del Museo[1] sus objetivos son los siguientes: